LA LLAVE EN LA CERRADURA


Parece que no,
pero tú estás solo,
abriendo solo
la cerradura de la puerta,
después de los impactos sucesivos en el hormigón,
de las ondas dañinas en tu oído:
estás solo,
sujetando tu entrada en el umbral,
nadie a la espera,
solo tu
paciencia que tendrá que hacer el resto:

el tejer simultáneo de las apariencias.

7 nudo maquínico
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