UN FLASH
Ha sido un flash.
Una foto tirada en Arenal,
desde la acera, desde una esquina, invisible
para los miles de ojos de los escaparates,
igual que las cagadas de perros o los pisotones.
Y ha sido un flash para el saludo,
captado, con una sonrisa, a contracorriente.
Y la llamada, y la escritura
de pié, en una esquina fuera del flujo continuado
de viajeros de calles, de transeúntes.
Y una pregunta,
y una disculpa, y un contestar cansado lo mismo.
Y al fin, el otro encuentro
furtivo, inesperado, inexpresivo:
Un corte en el fluir, en el hallazgo.
Y ahora
¿qué quería esa fotografía?
Una imagen fijada.
Una gran muchedumbre.
Una sorpresa.
Una mirada transparente.
Un flash.
15