ÁMBITO PRIVADO
Cuando un fornido guardabosque
se te enreda en las ramas de tu cuerpo,
te protege del frío con su abrigo:
te sumerge en el sueño con su camisa a cuadros.
Dicen los entendidos que el rojo del interior
necesita del blanco de la isla solitaria
para que se mantenga a flote como una boya,
mientras que la intemperie
pueden ser las sonrisas de la lluvia
o en el acantilado los relámpagos
de las olas gigantes, puede ser.
De todas formas es propicio
el milagro de leer a escondidas
las palabras que dan forma a tu cuerpo de soledad.
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