UNA ESPERADA VIOLACIÓN
¿Una de las tres Gracias de Canova
o la Venus itálica del Palacio Pitti
o su Psiquis del Louvre?
Venus: ruborizada en los minúsculos
perfiles de una página sin tinta
yace tan blanca cual la luna,
sumergida en la noche de los abrazos y ojos
perturbados que brillan y es su color desnudo
y clásico y es su cómplice mirar
el que delinque
en el oscuro pasadizo
y es un precipitar de fauces lo que sorprende
al horizonte tieso:
descabalado.
Son suspiros hirientes de placeres
asaltando el silencio de la trampa.
El delito de nuevo sin castigo
pues la muerte del grito es el merecido premio.
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